ASEDEME4

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jueves, 13 de febrero de 2014

¿HUBIERA SIDO MÁS EFECTIVA UNA MEDIACIÓN? Begoña Rojo.

En febrero de 2003, Raquel García Mateos, trabajadora de una gran superficie,  solicita trabajar media jornada distribuida en tres tardes en semana, de lunes a miércoles, para conciliar su vida laboral y familiar, ya que tenía dos hijas, de tres y siete años.
La empresa en cuestión, rechazó concederle ese turno y le ofreció la rotación de mañanas y tardes de lunes a sábado.
Raquel, decidió entonces ir a los Tribunales.
La sentencia en Primera Instancia fue desfavorable, por lo que elevó el caso al Tribunal Constitucional que concedió el amparo a Raquel y el caso volvió a Primera Instancia, donde se volvió a dictar sentencia desfavorable, por lo que está recurrió de nuevo al Tribunal Constitucional.
Diez años más tarde de que diera comienzo este proceso,  el Tribunal de Estrasburgo dicta sentencia condenando al Estado español a indemnizar a Raquel con 16.000€ por violar el derecho de una madre a la jornada reducida (Sentencia Tribunal Europeo de Derechos Humanos num. 38285/2009 19-02-2013)
¿Perseguía Raquel una indemnización, la pérdida de tiempo en los Tribunales, reuniones con abogados, o la generación de conflictos en su lugar de trabajo?
¿Perseguía la Gran Superficie generar dicho conflicto, y crear un ambiente de trabajo que seguramente no solo influyó a la trabajadora en cuestión? ¿Buscaba que el nombre de la empresa estuviera en boca de la opinión pública?
A día de hoy, seguimos recurriendo al procedimiento judicial para solucionar cualquier conflicto, seguramente por desconocimiento del resto de métodos alternativos para resolverlos, por la falta de información, o  por la falta de asesoramiento.
Está claro, que la mediación no es la panacea, no es un método que sirva para dar solución a cualquier conflicto, pero considero, que en este caso, por ejemplo, podría haberse intentado, para buscar una solución  más rápida,  no olvidemos, que a Raquel le llegó la resolución que ella no buscaba cuando su hija, ya había superado la edad máxima para solicitar dicho derecho, y perdió la oportunidad de disfrutar de ellas, que era lo que realmente quería, para mantener un buen ambiente laboral, para mantener una buena, o al menos cordial comunicación y sobre todo, tener la posibilidad de llegar a una acuerdo, con el que ambas partes estuvieran conformes.
Creo que es muy importante difundir las diferentes vías que tenemos,  tanto personas físicas, como jurídicas, para resolver conflictos y utilizarlas, cuando el caso así lo requiera.
Todos los ciudadanos tenemos derecho a una tutela judicial efectiva y no olvidemos que ese derecho siempre estará ahí, pero agotemos las vías alternativas para intentar al menos, que el camino para la resolución de nuestros conflictos sea más favorable para todos.
Entre todos, difundamos la Mediación.

 

 

jueves, 6 de febrero de 2014

MEDIADOR ACTIVO VS MEDIADOR PASIVO: PROPONGO SOLUCIONES? Mónica Acquani

El 6 de Marzo de 2013, se anunciaba en prensa que, el mediador aceptado por la dirección de Iberia y los representantes de los trabajadores había presentado una propuesta de acuerdo con el objetivo de frenar las huelgas en la aerolínea. El catedrático y mediador, Gregorio Tudela aconsejaba una reducción del número de bajas laborales que suponía el 19% de la plantilla a un 16% de la plantilla, según fuentes sindicales. Además, la vía preferente serían las prejubilaciones. La propuesta incluía una rebaja media del salario del 7% para el personal de tierra y del 14% para tripulantes de vuelo y pilotos. Además, el sueldo quedaría congelado en el periodo 2013-2015.

Podía llamarse a la intervención de D. Gregorio Tudela: MEDIACIÓN?

En relación a si el mediador puede o debe sugerir o proponer alternativas y soluciones, tanto en el caso en que las partes no lo hacen, como en el caso en que las partes no se muestren de acuerdo con ninguna de las alternativas planteadas por las mismas, existen grandes discrepancias en la doctrina.

Un sector mayoritario y purista, defiende que el mediador no debe aportar nada que no haya sido propuesto por las partes, aunque la adopción de una actitud pasiva conlleve la no obtención de un acuerdo. Sin embargo, existe una corriente más flexible, que apoya un papel más activo del mediador. Este debería sugerir alternativas cuando se estanque la comunicación en un punto muerto, o cuando se detecten consecuencias negativas en el acuerdo que se vaya a alcanzar.

En mi opinión, el mediador deberá decidir si adoptar una posición más activa o más pasiva, dependiendo del carácter de la mediación, partiendo de su propia experiencia y analizando cada caso. Desde luego, la prohibición taxativa de aportar soluciones por parte del mediador, parece cuanto menos inapropiada. Sugerir una solución que “sobrevuela la sala” puede suponer una salida para las partes. Escuchar en boca de un tercero, el mediador, lo que las partes ya pensaban o no se atrevían a formular, puede reforzar a las mismas, afianzándolas.

¿Podemos imaginar en famosas mediaciones internacionales, al mediador en una actitud pasiva? Pensemos por ejemplo en George Mitchell en el proceso de mediación con Irlanda del Norte, o en Kofi Annan en su papel de mediador en el conflicto de Siria.

Es evidente que el mediador, deberá evitar intervenciones precipitadas, o contrarias a los intereses de los mediados, ya que dicha actitud del mediador, podría hacer sentir a las partes presión para aceptar la solución del mediador, y para resolver rápidamente el problema.

Pero ante todo: … FLEXIBILIDAD POR FAVOR.